pynchon tartar

pynchon tartar
* 7 VÍDEOS PROMOCIONALES PARA Thomas Pynchon. Un escritor sin orificios

sábado, 17 de julio de 2010

¡Despidan a esos cabrones!


Fire the Bastards!, Jack GREEN (en los números 12-13 y 14 de newspaper 1962), edición de Steven Moore para Dalkey Archive Press, 1992.

del odio a la indiferencia [p. 117].

vean una muestra de insultos de la crítica, frases talladas para calificar y valorar —a menudo destinadas a reforzar insultos (fingiendo objetividad), no para mitigarlos.

The Recognitions es, por lo visto, atroz, torpe, algo lleno de arrogancia, no es un trabajo de arte, es desconcertante y un Latazo confuso y desorientador. Cruel, claustrofóbico, una curiosidad literaria. No lo compre —le degradará, es desmoralizador, diabólico, no tiene ninguna decencia o (por si esto excita su más baja naturaleza) es también aburrido, deprimente y desagradable, perverso, exasperante, ¡un fracaso fatuo, malhablado y sin forma! Rudimentario, sin coherencia, muestra inmadurez y carece de imaginación y bondad. «Una rareza sucia, turbia, montruosa, nihilista y sobreescrita, obscena y oscura, profana y pretenciosa, repulsiva o repelente, lúbrico-escatológica, despreciativa-gruñona-repantingada-berreante —dice North, del New York Telegram & Sun. Y añade—: No hay ni rastro de sinceridad. Una descontrolada exhibición de agotadora falta de perspectiva». En cuanto a la persona de Gaddis, «carece de juicio» y su vanidad es «embarazosamente evidente». Es un cínico con un agrio y estrecho punto de vista y una mente depravada.

ésas son sólo algunas de las palabras de bienvenida al mejor escritor de América. De dónde proviene este odio, todo el mundo lo sabe. Durante siglos se ha dicho que el crítico es un hombre envidioso. Siempre se supone que lo ha superado una generación antes, pero la única preocupación del crítico es la inmortalidad: si él fuese inmortal, también podría escribir una gran novela algún día. Si un millón de críticos estuvieran tecleando sobre un millón de máquinas de escribir…

¡cómo se esconde el odio! La ira se oculta bajo el desprecio, el desprecio bajo la condescendencia y la insinuación, entonces (equilibrado con un toque mordacidad): la completa indiferencia, la cual, cuando se dirige hacia la grandeza, no es distinta del odio.

ira: DESPIDAN a Sterling North por menospreciar el libro equivocado, por moralizar en lugar de reseñar.



jueves, 8 de julio de 2010

Diez escritores delgados.


«Mutación brusca del cuerpo (después de salir del sanatorio): pasa (o cree pasar) de la flacura a la corpulencia. Desde entonces, perpetuo debate con ese cuerpo para devolverle su flacura esencial (imaginario de intelectual: enflaquecer es el acto ingenuo del quere-ser-inteligente)».

Roland Barthes por Roland Barthes.

lunes, 5 de julio de 2010

Archaischer Torso Apollos


Archaischer Torso Apollos

Wir kannten nicht sein unerhörtes Haupt,
darin die Augenäpfel reiften. Aber
sein Torso glüht noch wie ein Kandelaber,
in dem sein Schauen, nur zurückgeschraubt,

sich hält und glänzt. Sonst könnte nicht der Bug
der Brust dich blenden, und im leisen Drehen
der Lenden könnte nicht ein Lächeln gehen
zu jener Mitte, die die Zeugung trug.

Sonst stünde dieser Stein enstellt und kurz
unter der Shultern durchsichtigem Sturz
und flimmerte nicht so wie Raubtierfelle;

und brächte nicht aus allen seinen Rändern
aus wie ein Stern: denn da ist keine Stelle,
die dich nicht sieht. Du mußt dein Leben ändern.


TORSO DE APOLO ARCAICO

Nunca conoceremos la inaudita cabeza
en que maduraron sus pupilas. Pero
el torso arde aún igual que un candelabro
donde su vista, aunque reducida,

se mantiene y fulge. Si no, no podría
cegarte la curva del pecho, ni en el giro
leve del muslo correría libre una sonrisa
hacia aquel centro en que gravita la fertilidad.

Si no nos quedara esta piedra desfigurada y trunca
bajo la caída clara de los hombros,
no brillaría así, igual que la piel de una fiera,

ni desde todos los contornos resplandecería
como una estrella: porque no hay un punto
que no te vea. Tienes que cambiar tu vida.

sábado, 3 de julio de 2010

Speaking of family, have you ever been ashamed of your writing? If yes, when and why?



[...]
JSF That brings me back to your daughter. Is it important to you to write something that your wife and daughter like? Would you be disappointed if they didn’t like it? And if so, whom would you be disappointed in, them or you?

JE As far as my daughter goes, I hoped Middlesex would appeal to all sorts of readers, but three-year-olds weren’t on the list. I tend to be obsessively secretive about my work. A few of the early chapters of Middlesex appeared in magazines, but for the last four years or so no one saw it. If I can still make the book better on my own, I’m not eager to show it to anyone.

I don’t think about my family while I’m writing. Or, I think about them constantly, but not as potential readers. I keep filial respect out of my mind until I’m done. And then compunction rushes in. During the editing of Middlesex, I took a few things out that might have stung my relatives. There may still be things in there that will sting. But to me, now, it’s all made up. I blend fact and fiction until everything seems completely true and yet also impersonal.

JSF Speaking of family, have you ever been ashamed of your writing? If yes, when and why?

JE You mean ashamed as in embarrassed? Well, as you might expect, that was one of the hardest things about writing my hermaphrodite’s tale. I have something of my mother’s prudishness in me. It was hard for me to plunge straight into the anatomical features of my hero. It was hard for me to write about a life experience so different from my own. That’s why it’s a family novel, too. I couldn’t inhabit Cal’s consciousness without knowing his entire clan, without putting him into perspective as a child like any other, with parents and grandparents. There is full disclosure, eventually, but it’s handled, as my mother would like, tactfully.

[...]

http://bombsite.com/issues/81/articles/2519