La cosa se hace en un bar de estudio perfectamente común; por desgracia no encontramos ninguno sin televisión, aunque descubrimos que a las correcciones tampoco les hace ningún mal el acompañamiento de música western julieandríaca. El trombón festivo marca las caídas de los caballos y la editora marca en rojo frases placenteras cuando no son otra cosa que frases placenteras. Digamos que detiene (intenta detener por su bien) al Llanero Solipsista.
A fiery horse with the speed of light, a cloud of dust, and a hearty "Hi-yo, Silver!"
El Llanero raya con un lápiz no demasiado lejos. Algunos garabatos llevan signos exclamativos y otros no necesitan puntuación porque el grosor o el sentido del trazo ya proporcionan suficiente sintaxis a Volland. El caso es que en el libro que revisamos ya se preveía esta reunión final para fijar el texto:
No hay comentarios:
Publicar un comentario