Ahora Miramos en la caja, seguimos dándole vueltas a la idea de recomenzar nuestra educación. Un par de decenas de años de relectura, de volver sobre lo que no comprendíamos o no supimos malditamente interiorizar para nuestra vergüenza. O lo que sea que se haga con lo leído. Así que abrimos al azar las cajas, queremos ver nuestros subrayados antiguos y las anotaciones en los libros de la adolescencia:
—¿Y tiene un pie de bronce?
—Sí, por Zeus, y de boñiga de vaca tiene el otro, estáte seguro.
Las ranas, Aristófanes.
La lucidez no es mi fuerte, veo que sigo siendo dueño nada más que de mí y de un esencialismo idiota. Pues bien.
Gaddis
ResponderEliminarGaddis y Rodríguez.
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